La Tierra es un ser vivo y está gravemente enferma. Somos quienes vivimos en ella quienes la estamos afectando con el virus del desarrollismo. Vivimos en un océano llamado atmósfera, así como los peces en el agua. Sin ella no habría vida, porque contiene el oxígeno y el agua, y con ellos los bosques y las lluvias que dan sustento a los seres vivos. Pero la estamos afectando terriblemente.
La Pachamama para sanarse del calentamiento global genera fenómenos climáticos y busca un nuevo equilibrio, que muchas vidas no toleran. Si no cambiamos de rumbo, el aumento de la temperatura global llegará en pocos años a los 2ºC y los cataclismos serán incontrolables. Será la mayor hecatombe socioambiental climática de la historia humana.
Porque los avances tecnológicos, miles de industrias, millones de vehículos, generan grandes cantidades de gases que contaminan y ponen en peligro la estabilidad de la vida. El afán de lucro, de acumulación, el individualismo del capitalismo, han provocado una profunda crisis financiera, económica, productiva, social, cultural, racial y religiosa. Burbuja especulativa financiera, desempleo estructural, exclusión social, calentamiento global, choque cultural, violencia racista y fanatismo religioso, todo a la vez.
Tantas y tan profundas crisis simultáneas configuran una auténtica crisis civilizatoria, una crisis del mito y de la trampa del “desarrollo y modernidad capitalista”; del eurocentrismo, con su Estado uninacional, homogeneidad cultural, derecho positivo occidental, desarrollismo y mercantilización.
¿Significa esto que perdemos la capacidad de convivir con el planeta? ¿Llegó la hora del cambio? La Madre Tierra se transformará y se salvará: el reto es salvarnos nosotros. Ello nos obliga a tomar medidas urgentes.
Nosotros, los pueblos indígenas, durante miles de años construimos civilizaciones basadas en el equilibrio y la armonía entre los hombres y la Madre Naturaleza. Por ello supimos conservar la biodiversidad y criar alimentos esenciales para la humanidad, en sociedades sin explotación. Hoy ofrecemos nuestros valores, nuestras prácticas y nuestros saberes, para salvar al planeta. Sin imposición capitalista, destrucción ni contaminación
Respondiendo a este reto histórico y cumpliendo el mandato de la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala, CONVOCAMOS a la Minga / Movilización Global en Defensa de la Madre Tierra y los Pueblos, contra la mercantilización de la vida (alimentos, agua, biodiversidad, bienes naturales); contaminación y depredación (por la minería, hidrocarburos, hidroeléctricas, forestales, ganadería, agrocombustibles, transgénicos); consumismo y criminalización de las luchas sociales; y por la construcción del Tribunal de Justicia Climática.
Del 12 al 16 de octubre, en cada rincón del planeta, quienes queremos salvar la vida levantaremos nuestras voces contra la agresión capitalista expresada en el saqueo y la mercantilización de la vida. Porque sabemos que otros mundos no son solo urgentes: son, sobre todo, posibles. Y ya los estamos construyendo.
La Pachamama para sanarse del calentamiento global genera fenómenos climáticos y busca un nuevo equilibrio, que muchas vidas no toleran. Si no cambiamos de rumbo, el aumento de la temperatura global llegará en pocos años a los 2ºC y los cataclismos serán incontrolables. Será la mayor hecatombe socioambiental climática de la historia humana.
Porque los avances tecnológicos, miles de industrias, millones de vehículos, generan grandes cantidades de gases que contaminan y ponen en peligro la estabilidad de la vida. El afán de lucro, de acumulación, el individualismo del capitalismo, han provocado una profunda crisis financiera, económica, productiva, social, cultural, racial y religiosa. Burbuja especulativa financiera, desempleo estructural, exclusión social, calentamiento global, choque cultural, violencia racista y fanatismo religioso, todo a la vez.
Tantas y tan profundas crisis simultáneas configuran una auténtica crisis civilizatoria, una crisis del mito y de la trampa del “desarrollo y modernidad capitalista”; del eurocentrismo, con su Estado uninacional, homogeneidad cultural, derecho positivo occidental, desarrollismo y mercantilización.
¿Significa esto que perdemos la capacidad de convivir con el planeta? ¿Llegó la hora del cambio? La Madre Tierra se transformará y se salvará: el reto es salvarnos nosotros. Ello nos obliga a tomar medidas urgentes.
Nosotros, los pueblos indígenas, durante miles de años construimos civilizaciones basadas en el equilibrio y la armonía entre los hombres y la Madre Naturaleza. Por ello supimos conservar la biodiversidad y criar alimentos esenciales para la humanidad, en sociedades sin explotación. Hoy ofrecemos nuestros valores, nuestras prácticas y nuestros saberes, para salvar al planeta. Sin imposición capitalista, destrucción ni contaminación
Respondiendo a este reto histórico y cumpliendo el mandato de la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala, CONVOCAMOS a la Minga / Movilización Global en Defensa de la Madre Tierra y los Pueblos, contra la mercantilización de la vida (alimentos, agua, biodiversidad, bienes naturales); contaminación y depredación (por la minería, hidrocarburos, hidroeléctricas, forestales, ganadería, agrocombustibles, transgénicos); consumismo y criminalización de las luchas sociales; y por la construcción del Tribunal de Justicia Climática.
Del 12 al 16 de octubre, en cada rincón del planeta, quienes queremos salvar la vida levantaremos nuestras voces contra la agresión capitalista expresada en el saqueo y la mercantilización de la vida. Porque sabemos que otros mundos no son solo urgentes: son, sobre todo, posibles. Y ya los estamos construyendo.
(La ELASJ adhiere a esta iniciativa. Te invitamos a visitar el sitio de la "minga por la Madre Tierra" clickeando aquí)
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