19 de enero de 2010

Gaspar (Argentina) comparte con todos casi subiéndose al micro...


Compañeros les envío algunas de mis reflexiones que surgieron del último módulo internacional de la ELASJ realizado en Montevideo – Uruguay

Para El Ser Revolucionario Latino

La coraza aumenta a la par de la ternura, utilizar la lengua como lanza a la hora de defender la igualdad.
No somos centauros de la cultura, tenemos los pies bien plantados en nuestra tierra, nuestras boleadoras pueden generar un huracán con los vientos de la Pampa y la Patagonia.
Servicial, pero no plebeyo, digno pero no orgulloso; humilde pero no pobre de corazón, honesto y con afecto al hablar; aprender de la dinámica de la naturaleza, de la garra del tigre y el vuelo de las golondrinas, el ciclo del agua con la calma de la lluvia de enero y la fuerza de la cascada, la nobleza del árbol y la entereza de la piedra, la suavidad de la brisa y la furia de la tormenta, el calor del fuego con su luz y su incendio, la convivencia armónica de los elementos frente a cada adversidad y cada cambio del entorno.
La firmeza sin perder la alegría, no gritarle a la calma, pues esta se espanta fácilmente.
Estremecerse con la música de la tierra, respirar la bruma de las utopías con sus metas que se alejan a cada paso.
Proteger la cultura como las semillas del durazno, para generar buenas raíces nuevas. Fertilizar la tierra del saber con conocimiento aplicable.



El poder del pueblo en acción

“¿De quien es la culpa, del cuchillo o del asesino?”
Diferenciar la herramienta de la acción concreta.
Las políticas estatales son la herramienta que tiene el estado para llevar adelante cambios o transformaciones en la sociedad; los actores sociales influyen en las políticas estatales que son parte de una nación.
Generar la actoría social en los jóvenes de nuestra nueva sociedad, para modificar la realidad vivida.
El pueblo debe apropiarse de lo público, desde las plazas a los hospitales, de las viviendas a las calles desde el suministro público a las corporaciones o instituciones en los cuales tenga influencia el estado: luz, gas, agua, otras.
¡Que lo que es nuestro, sea nuestro!
Universidades, escuelas, jardines, cooperativas, empresas, parques, playas, aeropuertos y mercados ¡Recuperemos los cimientos de las sociedades!
¡Que las plazas no sean solo baños de las mascotas de los burócratas!
Poder disfrutar del césped, árboles, bancos y juegos.
¡Basta de funcionarios públicos que, cual moscas, meten sus patas en la miel del presupuesto público! Seamos insecticidas sociales a través de la participación, diseminemos la actoría social como único medio legal y real, clavemos el aguijón de la sociedad, del pueblo, en el cuerpo Latinoamericano dejando una molesta roncha en el culo a la burguesía.

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